lunes, agosto 08, 2005

AQUELLOS DIAS EN LOS QUE SOLO NECESITABA UN POCO DE “SOBRIO ROMANTICISMO”

No recuerdo cuando fue la primera vez que estuve junto a un junky... quizá halla sido cuando comencé a beber. Posiblemente, lo que desencadenó haberme dado cuenta que desde hace tiempo era una especie de hombre-golpeado, derrotado... (Beat), fue dormir durante varios meses frente a la puerta de la casa de Idalia, con mi walkman escuchando bop, llorando y conversando con borrachos ancianos. Idalia bien podría ser una hipster, no tan desarrapada como Esperanza Villanueva (Tristessa), pero si desecha, convertida en un pedazo anacrónico de mi vida. No obstante que con Idalia me sentía bien, me jodió mucho esa situación (pero yo no podía dejarla); le debo mucho a quien considero el maese del dolor; Alvaro E. Obregón (astroman x), junky potencial, bebedor. Lo conocí mientras se conectaba a la red para usarla como un respirador artificial, yo, solo bebía tequila y me masturbaba viendo fotos gore dentro del internet. Aún recuerdo cuando conocí al buen astroman x, platicaba sobre post modernismo, proyectaba movies xtremes en el cine club de la facultad, iba y venia... En un principio no me pareció muy agradable, su léxico fluido y su facilidad para decir palabras como licuefaccionista me pareció demasiado. En ese entonces, solía leer a Baudelaire o Sabines, salía por las noches a caminar y muchas veces hasta a dormir en parques hediondos del centro histórico. Siempre cargaba mi walkman, tapes de be bop y sabines recitando-----"cuando tengas ganas de morirte no alborotes tanto: muérete y ya"------- Mientras tanto, Alvaro iba a la feria del libro infantil y escribía cosas como -----"he pensado que algún día de pronto tras mi espalda pase un niño corriendo y agitando los brazos; gritando estas muerto"---

En ese tiempo, gran parte del día me la pasaba acostado en mi cama, sin bañarme, con la misma ropa durante mucho tiempo, bebiendo cerveza indio, con una laptop bajo la cama. A veces no podía ni siquiera masturbarme. Idalia seguramente se levantaba a las 7 de la mañana, recordaba que alguien además de ella existía y pensaba: ";ya no puedo ver a Juan". Mi padre estaba en España, mi madre de vez en cuando iba a la casa, dejaba papel higiénico, sopas instantáneas, carne molida, verduras... preguntaba si me sentía bien. Casi siempre me levantaba a las 3 o 4 de la tarde, bebía una cerveza de 940 ml, partía un par de limones y agarraba la botella de tequila, regresaba a la cama y mientras escribía basura en la laptop bebía. Siempre hacía referencia a coprofílicos cagando en antros ubicados al lado de la coliseo, o de cómo me ponía todos los días a llorar y a esperar de 9 a 10 de la mañana la llamada telefónica de Idalia; lo cierto es que de los más de 50 poemas que escribí a principios de octubre del 98, solo me quedé con uno, los demás los imprimí, y una noche en la calle de Peralvillo (en el barrio de tepito), los tire en el fondo de un retrete. Si hubo algo que desencadenó las borracheras con ron barato, largas caminatas por el centro de la ciudad de México, tomar fotografías de sujetos enmascarados; fue el ya no hay historias de amor de Astroman X...

“He pensado que algún día
de pronto tras mi espalda pase un niño corriendo y agitando los brazos;
gritando estas muerto,
toda la noche cayendo bajo los pies de la madera suave,
te pregunto como si quisiera saber
porque de veras quiero que algún día
me sepas decir de ti,
de todo lo que es tuyo y sabes que será siempre
bajo la palabra siembre aunque no dure mucho;
me acuerdo como si hubiese que hacer un esfuerzo
pero no es así
nunca lo ha sido,
(sabes? cuantas canciones duran más de 10 minutos?)
pero parece que uno siempre; uno y siempre,
alguien me dice de vos
alguien me dice que esta vivo;
en los poemas que te escribo nunca utilizo mi lengua
cierta, beat
nunca has leído, ni sabes de mi
como secreto Shakespeare en al noche,
en las noches de tristessa, de amor tirado en las banquetas;
fatigado, sobrecogido, angustiado,
infinitivo tirado de pedos por el retrete
tu ni vos, no te importa; no porque no importa
se siente
sabes que es más cierto subir a ese tren que va siempre de partida,
mirarle despacio,
abrazar;
desde mi sangre hasta tus labios,
a quien putas le importa sabines?
si estoy en el fin del mundo, y me destrozo
bajo las teclas de un virtual pc,
porque soy escritor o licuefaccionista
estas tan lejos, como a 7 meses hacia atrás de mi propia historia
no hay historias de amor, del buen jack
sigue vagando en los montacargas de colorado, parados en los sembradíos de autos oxidados,
de las estaciones prolongadas hasta que la mezclilla ceda;
los santos locos;
el mundo ciertamente tiene una alma hermosa,
palpitante que se restrega como un gato ronroneante;
aquí los sauces, las viñas, el frío, mi muerte;
son una forma de conocerte
daría miedo de pronto en las noches ferroviarias
decir que el gran tzotzil (o mapuche) no esta ahí mirando con esos ojos de hoja seca molida;
daría miedo cruzar el rio bío bio
o llegar a las torres del paine,
y no saber de hecho,
pero todo me espera, me han esperado siempre,
el alma del mundo es hermosa
escrita por ginsberg o por un cyber beat o por mi en su defecto
no tengo una sola historia de amor,
que sea mía;
las historias cabalgando debajo de los ojos rojizos de borrachos en parques y quioscos, con olor a orines, cerveza y cartones mojados
y visiones autorales; y las fábricas de historias de amor, en tlanepantla o en azcapozalco, olor a plástico quemado y refundido, amor romántico
de los suicidios a lo Goethe;
me duelen los testículos
y no por eso son menos románticas”

Este es el poema que pertenece a los nuevo lectores de Kerouac y Goethe, a los que visitan tepito para conseguir pornografía, los que escuchan a John Coltrane y asisten a antros en donde berenice y el balñeario tocan surf; los que por medio del icq chat en una especie de jamm sesion "interpretan un poema en prosa espontánea" mientras bajan del napster mp3 de los bomboras, julio jaramillo, Charlie Parker o ministry. Eso es lo que significa esta cyber - xtreme cultura, significa amores tirados por la coladera, relaciones con personas que conoces en el icq. Fornicar con mujeres poblanas en un auto escuchando a the cure, sentarte en al sala de espera de un hospital o quedarte a esperar a que tu mujer se largué tranquilamente a tomar un café, o que un jueves por la tarde te diga ------“se terminó, amo a alguien más”----

1 comentario:

Ricardo Barreto dijo...

Está chido